Explorando Oregon: Coos Bay

La pandemia nos ha cambiado la vida en todo sentido, cosas que hasta hace unos meses eran «normales» como salir a visitar amigos y de paso darles un abrazo, o simplemente salir a dar una vuelta se convirtieron en situaciones complicadas dependiendo del lugar en donde vivas.
Una actividad que hacíamos con total normalidad era viajar y de eso se trataba este blog: de contar viajes por diferentes lugares con sus aventuras y curiosidades. Hoy no sabemos cuando podremos viajar a Argentina (mi destino favorito) y por lo tanto cuando veré a mis hijas, familia y amigos a los que tanto extraño. Mientras esperamos que en algún momento podamos tomar un avión hacia allá, empezamos muy de a poco a realizar viajes cortos donde podamos ir en auto. Tenemos la suerte de que por esta parte del mundo es verano (aunque nos vas a ver en todas las fotos muy abrigados 🙂 ) y que podemos salir: cuidando la distancia social y usando tapabocas. Hoy por los tiempo que nos tocan tenemos que hacer cosas posibles y seguras … y de paso divertidas.

En Newport, Oregon


La semana pasada fuimos a Ashland en Oregon a visitar al papá de Barnaby que vive ahí. Son incontables las veces que estuve por esa ciudad, tanto en invierno como en verano y en algún momento escribiré un resumen de los diferentes lugares que se pueden visitar en esa preciosa ciudad. Ashland está a unos 500 kilómetros de donde vivimos, cosa que no es cerca. Barnaby tuvo la idea de aprovechar la movida e ir a la costa unos días. Cuando digo ir a la costa, especialmente a mis amigos de Argentina, les parece que vamos a la playa a tomar sol y quizás hasta darnos un chapuzón en el mar. Te cuento mi querido amigo, que la costa de Oregon es muy ventosa y además el agua está casi helada durante todo el año (y te lo puedo asegurar porque siempre se me da por meter un pie para comprobarlo)


Sin embargo tiene otros atractivos que hace que siempre quiera volver. Mi lugar favorito es Cannon Beach, algo más al norte de donde estuvimos y del que te contaré en algún momento.

Fuimos a Coos Bay, a unas 3 horas de Ashland y un lugar completamente nuevo para ambos. Con el tema de la pandemia, para sentirnos más seguros, buscamos pequeñas casas para alquilar donde podamos llevar nuestros ingredientes para preparar la comida. Y yo tengo la suerte de contar con mi chef personal, si hay alguien que cocina como los dioses es mi marido 🙂

Esto fue en casa, el 25 de mayo que preparó la masa para empanadas


Paramos en una casa donde Sue y su esposo (dueños del lugar) vivían en la planta baja y nos preguntaron si queríamos ir a pescar cangrejos, ya que contaban con todo el equipamiento para hacerlo. Si bien es una actividad bastante común por estos lugares, para nosotros fue totalmente novedosa, así que aceptamos. Yo puse una sola condición: que solo iba a tomar fotos, pero me animé a sacar una vez la red, cosa bastante sencilla. Así que esta foto fue un poco en pose 😉

Esta red la saqué yo del agua 🙂
Preparado, listo , YAAA
El gran momento cuando sale la red del agua

La pesca de cangrejos tiene algunas reglas que tenes que cumplir. La primera es que hay que comprar una licencia que varía de precio y cantidad de días de uso dependiendo del estado en donde vivas. Además no se pueden pescar mas de 12 cangrejos por día, los cuales deben ser machos y tener una medida en especial (no hay doble sentido en esto, aunque parezca 🙂 ) y en caso que esto no se cumpla deben volver al agua… aunque cuando salen de la red, no te das una idea lo rápido que se mueven para volver a un lugar seguro.

Sue tomando la medida de los cangrejos que podían pescarse

Otra cosa muy interesante y bella para hacer es recorrer los parques estatales Sunset Bay, Shore Acres y Cape Arago. Cada uno con diferentes atracciones.

Shore Acres tiene unos hermosos jardines con rosas de todo tipo y un bellísimo jardín japonés. Además tiene lugares para sentarse y contemplar desde los acantilados el mar, o utilizar las mesas para hacer un picnic o si estás con ganas de moverte cuenta con unos senderos espectaculares donde mientras vas caminando te encontrás mirando el mar o adentrado en el bosque. Una maravilla!!

Shore Acres
Algunas de las rosas del jardin de Shore Acres
Jardín japonés en Shore Acres

Cape Arago está al final del camino de los otros parques. También se puede caminar y bajar a la playa, ver estrellas de mar (si la marea lo permite), ver a los lobos marinos en las rocas y algo que fue absolutamente inesperado y maravilloso fue ver ballenas las dos tardes que fuimos allí. Un regalo para los ojos que no lo puedo compartir porque en las fotos apenas salían visibles.

Cape Arago primera tarde, como verás no exagero con el tema del viento

En camino de regreso a casa tomamos la Highway 101 que pasa por diferentes ciudades costeras, con unos paisajes que te dejan con la boca abierta. Uno de los puntos fue la playa Heceta la cual, según dicen, hay unos grandes médanos pero cuando nosotros fuimos había tanto viento y niebla que fue imposible ver nada… muy gracioso.

Te dejo al menos la foto del cartel

También hicimos una pequeña parada en Neptune State Park, donde pudimos caminar un poco por la playa y luego continuamos hacia Newport Beach para almorzar.

Neptune, viento y frío en pleno verano 🙂

Después de este lindo y corto paseo volvimos renovados y con algo claro en nuestros pensamientos: que es necesario hacer las cosas que sean posibles para seguir viviendo. Gracias por acompañarme en esta pequeña aventura y espero que te haya gustado tanto como a mí 🙂

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