Sicilia, continuiamo il viaggio

Ragusa es un lugar bellísimo, sobre todo Ragusa Ibla que es la parte donde encontras los monumentos históricos.

Ese día que la recorrimos era sábado y parece que junio es el mes que las parejas eligen para casarse, así que vimos varias iglesias listas para recibir a los novios y obviamente a los invitados. Un calor para morirse y la gente vestida como si la temperatura fuera de lo más agradable. Pero el verdadero espectáculo fue ver a las mujeres usando unos stilettos de vértigo que necesitaban de habilidades especiales para caminarlos en esas subidas y bajadas que tiene la ciudad y si se me permite, te diría que hasta en una superficie lisa… la elegancia italiana ante todo.. la amo!!!

El día terminó yendo a comer al restaurant La Locanda Don Serafino con dos estrellas Michelin. Esas estrellas que le han quitado el sueño y hasta la vida a algunos chefs porque los mismos tienen que reunir una serie de requisitos muy específicos sobre menú, productos, atención, lugar, etc, que los hacen muy especiales y a la vez caros. Por eso si alguna vez tenes la oportunidad de visitar alguno de ellos asesorate bien de que el lugar sea increiblemente bueno, no sea cosa de hacer una mala inversión… La nuestra fue una experiencia alucinante. El edificio increíble, excavado en una cueva, una comida por pasos al igual que los vinos. Porciones chiquitas con sabores magníficos de esos que te encontrás por Italia. Esos lugares donde sentís que los gustos hay que dárselos en vida… y flor de gusto nos dimos 🙂

Al otro día arrancamos temprano porque queríamos visitar dos lugares algo más alejados. La frase «al que madruga Dios lo ayuda» no surtió efecto en nosotros, porque salimos y a los 10 minutos de marcha pinchamos un neumático (no uso pinchar una goma porque me lee gente de España y para ellos eso significa otra cosa 🙂 )

https://gph.is/g/Zl6g5j9

Esto fue un domingo y allí es un día de descanso, como eran los domingos cuando era chica, todos los negocios cerrados, de cualquier forma decidimos seguir camino hacia la Scala dei Turchi, rogando que no tuviéramos otro percance en la ruta y por suerte no lo tuvimos.

Esas escaleras fueron increíbles, enormes piedras blancas y un mar azúl. el Mediterráneo, impresionante. Además como detalle el sol daba de lleno en ellas, pero vaya a saber por qué fenómeno las piedras no estaban calientes y uno podía caminar descalzo y sin quemarse. Maravilloso

Tanto subir y bajar por las piedras nos dio hambre así que visitamos uno de los restaurantes frente al mar y realmente todo estuvo increiblemente bueno. Acá estamos esperando la comida.

Continuamos hacia Agrigento al Valle de los Templos, un lugar de ruinas griegas muy cerquita de ahí. Mamma mia, que caldo!!! Si bien eran casi las 6 de la tarde el sol calentaba como si fueran las 12 del mediodía, el lugar es para caminar y prácticamente no hay sombra. Así que si lo visitas en verano o casi verano, como en nuestro caso, te recomiendo o que vayas temprano a la mañana o casi última hora porque a medida que se fue haciendo más tarde estuvo un poco más fresco. Eso si, no te pierdas este paseo por ningún motivo aunque el calor apriete.

Es otra uno de esos lugares construídos hace tantos años que te dejan con la boca abierta por la cantidad de edificios y la buena conservación de los mismos luego de todas las invasiones que tuvieron. Es un espacio que se utiliza actualmente para conciertos… no me quiero imaginar el placer que debe ser escuchar música en medio de ese ambiente y con esa bella vista del mar. Los que diseñaron esos edificios no fueron ningunos tontos al elegir la ubicación 🙂

Al otro dìa con la compañía de Pino, el papá de Andrea, dueños del lugar donde estuvimos arreglamos el neumático y salimos hacia Siracusa.

Pero en el camino hicimos algunas paradas, como Scicli, lugar donde pasamos a gran velocidad porque el calor derretía todo a su paso. Paramos en Aprile que es un lugar donde elaboran aceites de oliva deliciosos, los cuales degustamos directamente desde los tambores de acero inoxidable donde estaban preparados para enlatar. Creo que uno puede decir que visitó Sicilia solo si probó sus aceites, vinos y ni que hablar de los gelatos.

Antes de llegar a Siracusa pasamos por un pueblito playero y nos comimos unos ricos pescaditos. En la próxima te sigo contando la parte final del viaje, nuevamente gracias por acompañarme y ayudarme a revivirlo 🙂

Qué ganas de volver

2 comentarios en “Sicilia, continuiamo il viaggio

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