








Paseo por Mount Hood
Este es el primer diciembre que paso en Estados Unidos, en un año normal (y este evidentemente no lo es) para esta ´época ya estaríamos en Buenos Aires disfrutando de la primavera.
Lo difícil del Pacific North West en invierno es que las horas de luz son muy escasas, la lluvia y el cielo gris son una constante (Mi mantra es: «Para que existan estos bosques tiene que llover mucho» aunque a veces repetirme el mantra no alcanza 😦 ). Sin embargo en toda regla hay excepciones, y de vez en cuando tenemos días de sol y ahí aprovechamos las ventajas de estar tan cerca de lugares donde el invierno ya tomó la delantera.
El paseo fue a Mount Hood en el estado de Oregon y es una de mis montañas favoritas. La nieve para mi es algo totalmente novedoso y la disfruto como si fuera una niña. En realidad trato de disfrutar todo lo que se va presentando en mi vida 😉
Nunca esquié y creo que lo dejaré para otra vida porque pasados los 50 pienso mucho en mis huesos (es increíble como los pensamientos mutan con los años 🙂 ) pero encontré que los zapatos de nieve son la mejor opción, adem´as de ser un excelente ejercicio.
Hablé al principio con total naturalidad sobre diciembre; y sinceramente no puedo creer que ya tengamos la Navidad casi en la puerta de casa; y estos árboles que parecieran estar decorados para la ocasión me hicieron pensar que tengo más posibilidades de encontrar a Papá Noel o Santa y a su reno Rodolfo por esta zona que en Sudamérica. Seguiré investigando para ver si esto es así o no. Estoy muy intrigada en saber cómo es la Navidad en el hemisferio norte 🙂 Ya les iré contando un poco más. Nos vemos pronto 🙂
